El trauma raquimedular abarca simultáneamente las meninges, los vasos sanguíneos y el tejido nervioso.
Las características del trauma son multifacéticas y se pueden relacionar con los siguientes cuatro aspectos:
- Cambios morfológicos de la médula
- Hemorragia y daño vascular
- Cambios estructurales en la sustancia gris y blanca
- Respuesta bioquímica secundaria al trauma.
En la mayoría de las lesiones medulares, la dura y la aracnoides permanecen intactas. Las arterias espinales anterior y posterior usualmente son respetadas. Sin embargo, aun con grados moderados de trauma, pequeños vasos intramedulares pueden ser lesionados, lo cual produce hemorragia y lesión tisular; la disrupción traumática de estos vasos produce disminución del flujo tisular, lo cual conduce a necrosis hemorrágica de la sustancia gris central y a cambios vasculares y quísticos que se extienden a la sustancia blanca. Las alteraciones ultraestructurales consisten en la apertura de las pequeñas uniones del endotelio vascular, separación del endotelio de su membrana basal y acumulación de numerosos trombos de plaquetas. Estas alteraciones llevan a extravasación de proteínas y edema. Cambios similares no se han encontrado en la sustancia blanca. Dos aspectos deben tenerse siempre presentes:
- Los cambios patológicos primarios son secundarios a una alteración de la microcirculación
- Puede ocurrir alguna reacción metabólica lesiva después del trauma.